Ha quedado más claro que el agua: Supervivientes 2009 es una de las bazas de Telecinco para recuperar el liderazgo. Bonita apuesta, pensaréis algunos, pero parece que lo tienen clarísimo. Han enviado a más concursantes que nunca a la isla, le han creado a Jorge Javier Vázquez un programa debate a rebufo del reality que, si funciona, derivará en tertulia del corazón, y en la web de la cadena abunda información, toda prescindible, sobre el reality. Empiezan a circular los cotilleos y el concurso no ha empezado todavía, pero eso es marca de la casa.
Jesús Vázquez rectificó en público y si hace unos días comentaba su frustración por verse involucrado en tres programas a la vez, en la presentación del concurso habló de la crisis de la cadena y manifestó su entusiasmo a la hora de poner todo de su parte para sacar a Telecinco del bache. Donde dije digo, digo Diego, y aquí no ha pasado nada, que tal y como están las cosas hay que hacer frente común y hacer ver que la cadena es un bloque frente a las dificultades, aunque de puertas para adentro aquello sea una merienda de negros y Vázquez se haya llevado una reprimenda por insinuar pese a su contrato en exclusiva (se rumorea que cobra un pastón), que se le explota laboralmente.
Respecto a los concursantes, los hay de todos los gustos y colores. A una parte no les conoce nadie, luego está el apartado de señores y señoras que van a inundar los programas de Telecinco de planos sensuales, hay que sumar a los que van con el papel de la polémica bien aprendido, y por último está la remesa de gente de más edad encarnada en Cuca García de Vinuesa y Juan el Golosina. Vaya patas para un banco. En realidad, ninguna novedad respecto a otras ediciones y aquí es donde yo veo el quid de la cuestión.
Si pese a volcar medios y esfuerzos, pese a alargarlo, pese a solaparlo con otros realities de la cadena, en el fondo 'Supervivientes' sigue siendo exactamente igual que siempre, eso es que desde Telecinco confían en que, como ha funcionado otros años, esta edición va a funcionar también. Se olvidan de que el panorama es ligeramente diferente y de que sus pérdidas generalizadas de espectadores no se deben sólo a los programas. Como no tengan preparado un revulsivo este año pueden llevarse una sorpresa. Al final le tocará a Vasile irse a pasar hambre.
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