'Hospital Central', el sacrificio de un símbolo

'Hospital Central', el sacrificio de un símbolo
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Si comparamos el cierre que Telecinco le dio anoche a 'Hospital Central' con el que se ideó para su anterior temporada y se emitió en mayo de 2011 el drama médico por excelencia en nuestro país demuestra cómo ha empeorado con el paso de una temporada a otra. Por aquel entonces ya se barajaba un final definitivo para 'Hospital Central', después de muchas idas y venidas que también se han continuado en la actual temporada. En 2011 consiguió salvarse en el último momento, hecho que provocó que ese capítulo (bien cerrado y emotivo) no fuera en realidad el último que ponía fin a las aventuras del equipo de urgencias del Central.

'Hospital Central' renovaba para una temporada más, la número 20, con la que llegaría a la simbólica cifra de los 300 episodios. Con esa jugada Telecinco se aseguraba que a la serie le resultara más difícil desprenderse del adjetivo de "más longeva" que muchos utilizamos ya casi automáticamente al referirnos a 'Hospital Central'. Es todo un récord, sí. Una gran hazaña que una ficción en nuestro país logre mantenerse durante más de 12 años. Pero no podemos olvidar que en sus últimas temporadas 'Hospital Central' solo ha sido la sombra de lo que fue, algo que se confirma tras observar el capítulo con el que la serie despidió su andadura en televisión.

Ni por ser el último capítulo de la serie, ni siquiera por ser su emisión número 300. El capítulo final de 'Hospital Central' transcurrió entre la normalidad de un capítulo cualquiera y la tensión de comprobar si los guionistas serían capaces de matar a Vilches, un hecho que nos olíamos viendo cómo había evolucionado la ficción en su último capítulo. Así fue. Los guionistas de 'Hospital Central' decidieron poner punto y final con la muerte del que ha sido el personaje clave todos estos años. Si en el anterior final que se pensó para la ficción se quiso cerrar el hospital, en esta ocasión los guionistas se decantaron por la muerte del personaje clave, como símbolo del adiós definitivo al que se adentraba la serie.

Pero pese a este hecho, dado de forma fría y muy buscado, con una tensión alargada innecesariamente y con unos personajes que actuaban con una extraña normalidad (pese a que en el hospital había una loca con una pistola bien interpretada por Blanca Portillo), el capítulo se volvió tedioso, sin ningún elemento que nos ofreciera algo de interés. 'Hospital Central' se mantendrá en el recuerdo por muchas cosas pero, al margen de sus récords, también lo tendremos presente como ejemplo del maltrato que una cadena le puede dar a la programación de una ficción, hasta perjudicarla de tal punto que el público que aún quiera seguirla se replantee hacerlo delante de la televisión.

Quizá lo peor de todo es saber que Telecinco mandó grabar un episodio alternativo, no trágico (entiéndase como en el que no muere Vilches), para emitir en caso de que 'Hospital Central' consiguiera levantar sus audiencias en las últimas semanas. Parece que después de todo, al final tenemos que agradecer que no fuera así, sobre todo porque alargar más 'Hospital Central' hubiera sido agonizar aún más una muerte que ya se encontraba en la mente de todos. Por eso, si la ficción hubiera terminado allá por mayo de 2011, quizá yo mantendría un recuerdo digno de 'Hospital Central' y no ese mal sabor de boca que la ficción me dejó ayer y que yo no podré obviar cada vez que piense en ella.

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