10 razones para admirar a Christopher Nolan

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Después de obtener un enfado digno de masa enfurecida, llegan las diez razones por las cuales ADMIRAR a Nolan.

1) Porque de cada dos tags, uno es él.
Internet no miente, google tampoco. Christopher Nolan es omnipresente. Tuvo twitter, pero lo dejó por nuestras mentes, ha generado alguna parodia memorable en dicho medio también. Donde las dan, las Nolan.


2) Por todas esas noches FRENTE A LA PANTALLA
Nolan, rapsoda de los hombres solos frente al ordenador, Nolan, tantos cascarrabias en el foro y mil comentarios más allá, Nolan, cincuenta teóricos de cine después, Nolan, dos cientos millones más tarde, Nolan, y ese billón de dólares que consiguió su película. Nada de esto importa porque Nolan es ruido, ruido encadenado, muchos comentarios, y es que Nolan…Todos hablando de él, como si le conociéramos, todos suponiendo sus intenciones, todos ignorando que hay grandes departamentos de prensa detrás de las promociones de las películas, todos personalizando. En pocas palabras: su figura lo toma todo, no existen, ¡de repente!, los jefes de estudio o los coguionistas.

3) Porque él es el HYPE, luego cabalgamos

Ahora mismo Christopher Nolan representa todo lo que es el cine industrial: un nuevo tráiler, un nuevo cartel, nuevas imágenes, comentarios amontonados. No es solamente la soledad en la pantalla, es también el proceso de promoción de sus películas: Christopher Nolan nos da no solamente algo que os explicaré más abajo, PRESTIGIO SOCIAL, u horas en foros de Internet sino también ANSIEDAD, ansiedad y deseo de consumo. En pocas palabras, programa nuestra cultura como una agenda: cada una de sus películas es un acontecimiento guiado por….Por la fe, claro, la fe de Nolan que mueve montañas. Lo fascinante de Nolan es que todos asumen su final de Batman no como la consecuencia lógica de un taquillazo monstruoso (un billón de dólares en taquilla) sino como el capítulo final a una trilogía planeada. En el mundo del hype, el discurso publicitario ha sustituido al discurso crítico y Nolan encarna, mejor que nadie, las claves de su tiempo.


4) Su BUEN GUSTO para los colaboradores.
¡Qué sería de mi vida sin ti, Wally Pfister! Qué maravillosos trabajos de iluminación ha hecho en todas y cada una de las colaboraciones con Nolan, a excepción de, eh, si, aquella locura de ‘Batman Begins’ (id, 2005). Hans Zimmer, entre machaque y machaque de Wagner de discoteca, le ha entregado algún tema hermoso e innegable también, como ese Time que cierra ‘Origen’ (Inception, 2010) para sorpresa nuestra. Ah, Lee Smith es, lo sé, un gran montador.

5) Por MEMENTO
Todavía una de sus mejores películas, este relato maravilloso encontraba en su estructura una metáfora cinematográfica. La historia de Leonard Shelby transcurre en períodos de quince minutos, porque no puede almacenar recuerdos nuevos: la audacia suprema de Nolan es dar cuenta de que eso es una estructura cinematográfica. A la inversa, la memoria de Shelby no puede durar más de una secuencia. ¿No es acaso brillante? Lo es, del mismo modo que este cine negro a plena luz en el que el detective se descubre criminal sin memoria, es una maravillosa razón para vindicar su cine una y otra vez.

6) Por profundizar Lo Poligonero

El poligonero no sería el mismo sin Chris Nolan. Mazo paranoya. Christopher Nolan, como antes Freud y los culebrones, ha dado al pueblo vida interior, rimbombante hablar nietzscheano y hasta metáforas de la seriedad y la profundidad. Christopher Nolan pone al alcance de tu mano una historia notable del bien contra el mal y las dos caras de la misma moneda. Yo no tengo ni idea qué significa eso o qué puede significar, no sé ni siquiera qué gran lección moral puedo sacar de ‘El caballero oscuro’ (The Dark Knight, 2008) que no estuviera ya mejor expuesta antes, pero todos a él, Nolan nos da el prestigio.

7) Por poner a prueba la memoria de los espectadores

Con el reciente tráiler de ‘The Dark Knight Rises’ (2012) ya obtenemos confirmación: Solamente Nolan puede repetir una secuencia de baile de disfraces entre Bruce Wayne y Selina Kyle demasiado parecida a la de ‘Batman Vuelve’ (Batman Returns, 1992) y verse recibido con miles de halagos, piropazos y entusiasmos de todo tipo. ¡Y todo esto lo digo sin mencionar, glups, cierta cinta escandinava que remakeó subrayando sus aspectos más obvios o la maravillosa ‘Solaris’ (id, 1972) de Andrei Tarkovski, explicada con explosiones y sueños! Quién sino Nolan, el autor de ese irónico relato de una memoria rota como es ‘Memento’ (id, 2000), para poner a prueba la (desaparecida, escasa) memoria cinéfila reciente.: yo le aplaudo por ello.

8) Por FOLLOWING

Su primera película, que incluye una referencia a Batman, puede parecer perturbadora a los fans que están convencidos de que Nolan-tiene-un-plan-para-tomarlo-todo, pero a los simpáticos blogueros de media tarde, como el seguro servidor que les escribe con cada vez más ganas de abrazar a su bonsái, les parece del todo irrelevante: se trata de una película británica, iconoclasta, no lineal, rodada en un eficaz blanco y negro, llena de sugerencias y todavía su segunda mejor película, con una energía vital y experimental que se ha ido perdiendo, gradualmente, en los intentos posteriores de Nolan, inevitablemente pactos con el cine industrial de gran presupuesto.


9) Marion Cotillard, SIEMPRE.

De Carrie Anne-Moss, pasando por Katie Holmes y Maggie Gyllenhaal (sexy como pocas excepto en la nolanización), la carrera del cineasta ha estado marcada por musas de perfil bajo. Pero en sus dos últimas películas, llega Francia, la capital del mundo, a sentar el canon de nuevo y a dar un poco de mambo a todos nuestros ojos, tan distraídos por Bane, por el último póster o por el adelanto de seis minutos en IMAX que nos hemos descuidado ya de lo magnético de una gran musa. Marion Cotillard, una de las razones por las que todo podría estar en la mente de DiCaprio.


10) Su BIEN VESTIR.

El muchacho se crió en Chicago, pero el hombre ha encontrado un estilo más bien inglés, acorde con su educación, digno y sobrio, fiel a esa tierra de sastres, todavía uno de los últimos lugares donde la ropa puede ser tomada como un asunto importante. En esta vida no se puede vestir mal si no es a conciencia, entonces es una estética y es estilo también, y Nolan viste bien, muy bien incluso, no importa donde ruede, fijad la vista, es Chris Nolan, rodando con gracejo y perfecto estilo casual.

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