"La nueva Predator es como el cine de acción de los 80: no necesita gustarle a todo el mundo". Shane Black, Olivia Munn y Boyd Holbrook

"La nueva Predator es como el cine de acción de los 80: no necesita gustarle a todo el mundo". Shane Black, Olivia Munn y Boyd Holbrook

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"La nueva Predator es como el cine de acción de los 80: no necesita gustarle a todo el mundo". Shane Black, Olivia Munn y Boyd Holbrook

La nueva película de 'Predator' está rodeada de expectación: no solo es una de las criaturas más queridas por los fans del cine de terror y ciencia-ficción, y rodea a la primera entrega un halo de película de culto que no se ha amortiguado con el paso de los años.

Además, su responsable es Shane Black, uno de los pocos directores Marvel que puede presumir de haber dirigido una película de autor dentro del mastodonte Disney ('Iron Man 3') y es responsable de una de las mejores comedias de acción de los últimos años, 'Dos buenos tipos' ('The Nice Guys').

Hemos hablado de él y de su enfoque para revitalizar la franquicia 'Predator'. También hemos contado con las opiniones de dos actores de la película, Olivia Munn y Boyd Holbrook. Con todos ellos discutimos los riesgos de retomar un clásico casi intocable del género, del empleo de la violencia y el humor y de la relación de esta nueva entrega de 'Predator' con el resto de la obra de Black.

Shane Black en la Depredador original

"No quería cambiar el aspecto del Predator, es icónico y perfecto". Shane Black, director y guionista de 'Predator'

  • Participaste en la primera 'Depredador' como actor, y ahora vuelves como guionista y director. ¿Qué ha cambiado en la serie desde entonces?

La primera 'Depredador' fue una experiencia extraña y mágica porque yo tenía 24 o 25 años, hace mucho tiempo, en 1986. Lo que recuerdo que me impactó más fue la de ser parte activa de esta unidad del ejército compuesta por actores alucinantes. Nos entrenamos con militares reales para poder comportarnos con ellos, nos enseñaros a sostener las armas, a hacer las típicas señales para comunicarse en silencio. Fue una experiencia de hermanamiento muy buena, y muy divertida.

A la hora de plantear una nueva versión, te das cuenta de que hay cosas que quieres cambiar y otras que son tan buenas que quieres dejar. Por ejemplo, no quería cambiar el aspecto del Predator, tan icónico y perfecto. Y del grupo de protagonistas, quería cambiar algunas cosas. Quizás que no fueran estas torres de músculos, pero sí que fueran soldados con mucha experiencia, muy duros, muy secos. Y creo que eso lo hemos conseguido, en parte gracias a los actores que hemos encontrado para interpretarlos y la forma en la que interactúan entre ellos.

En cuanto a su lugar en la serie, esta 'Predator' quiere mostrar cosas antiguas... de nuevo. Es decir, presentar las cosas con una energía renovada, pero rendir tributo a la primera película también, a aquella sensación de película de los ochenta. Es la combinación de todo ello lo que resulta nuevo: es una nueva película, con una estética nueva y una tecnología nueva, pero deja una sensación estilo años ochenta.

Predator21
  • Y en cuanto a la propia criatura, a Predator, ¿qué ha cambiado en todos estos años?

Bueno, ha habido distintas clases de Predator, se ha sugerido que hay distintos clanes de Predators, y tienen distintos aspectos, distintas alturas y corpulencias... Esta idea me encanta, porque si lo piensas, el Predator que conocemos tiene esta estética tribal, con los collares, las rastas, los cráneos, pero a la vez tienen naves espaciales, así que debe haber Predators en su mundo que sean científicos. Como Predators nerds.

Por ejemplo, es algo que me ha servido para actualizar el mito: la idea de arrancar el corazón de una víctima y comértelo para adoptar sus propiedades es muy primitiva y tribal, pero también es posible que lo que hagan sea apropiarse el ADN de sus presas por toda la galaxia. Es parte ciencia-ficción y parte tribalismo. Y ahí llega el uso del ADN para crear un Predator superior, algo similar a los esteroides en el deporte, que es hacer trampa, pero están cabreados con los terrestres y con que les hayamos vencido tantas veces.

  • La película significa un reencuentro con tu viejo colaborador Fred Dekker. ¿Qué significa para ti y la película el volver a colaborar con él?

Fred y yo nos conocemos desde hace 38 años, es mucho tiempo. Hay una familiaridad casi instantánea. Yo sé lo que él piensa, él sabe lo que pienso yo. Cuando vemos una película juntos, si yo digo "Ah, no me gusta esa idea", él siempre replica, "Ya, a mí tampoco". Para nosotros esto ha sido un reencuentro con un juguete de la infancia, ha sido como ser niños de nuevo, cuando Fred y yo entramos en contacto con el cine de acción de los ochenta que disfrutamos tanto en su día.

El Depredador 2018 The Predator
  • ¿Qué representa para ti ese cine de acción de los ochenta exactamente?

Que no tienes que ser cuidadoso ni delicado. El cine de acción de ahora intenta gustarle a todo el mundo, y antes el género se podía permitir ser duro, violento, intenso y arriesgado. Creo que Fox ha tenido bastante éxito con 'Deadpool' y 'Logan', y ambas eran arriesgadas, así que por eso aquí han decidido aproximarse a como era el cine de acción de los ochenta. Te pongo un ejemplo: hicieron unas cuantas películas para todos los públicos del personaje de Wolverine, y en ellas veías cómo las cuchillas salían de su mano, pero luego no le veías matar a nadie de verdad. Hasta que finalmente, en 'Logan', lo primero que hacía era atravesarle a alguien la cabeza con las cuchillas, y decías "Lo sabía, sabía que ese tío estaba matando gente". Y lo mismo pasa con esta película, por eso hemos ido a por la clasificación R (para mayores de 18 años).

  • Tu cine, de puesta en escena tan clásica, choca con el estilo moderno de rodar acción. ¿Qué te parece cómo se rueda ahora con un estilo más dinámico e influido por los videojuegos?

Revisamos los argumentos de algunos de los videojuegos, por ejemplo uno titulado 'Concrete Jungle'. Pero con lo que respecta al estilo, lo cierto es que nunca he jugado a videojuegos. Mi opinión es que puedes hacer una gran historia para un juego de 'Predator', pero al final todo se restringe a pegar tiros, y deja de tener que ver con contar una historia. De hecho, el objetivo de la película era que no pareciera un videojuego: huir de esta estética CGI de los últimos años, que en las escenas de acción acabas preguntándote... ¿dónde está el cámara? Estéticamente es bonito, pero cuando la cámara se mueve de forma caótica, subiéndose por los árboles, dando volteretas, la sensación final es rara. Por supuesto, puedes usar el CGI, pero para que sea parte del escenario, no para presumir de efectos. El CGI es una gran herramienta, pero también un privilegio, y no hay que abusar de él.

  • Es muy interesante cómo recae parte del humor de la película en los soldados y sus interacciones, similar al de películas como 'Doce del patíbulo'. ¿Cómo te planteaste esta cuestión?

Me gustan mucho héroes clásicos como Lee Marvin o Steve McQueen, y películas como 'La gran huída' o la misma 'Doce del patíbulo'. Para llegar a ello tuve que hacer un par de cosas: primero, eliminar algunos de los grandes estereotipos de los ochenta, tipo Van Damme, Dolph Lundgren, Stallone, Schwarzenegger... todos estos héroes que parecían culturistas. Y volver a héroes más cercanos, tipo Cassavetes. Tambien me gusta el estilo de soldado realista, la camaradería, el compañerismo que había en la primera película

La segunda cosa que hice para actualizarlos es que estuvieran zumbados. Siempre me han gustado los personajes un poco quebrados. Hay una película de Barry Levinson que se llama 'Diner' y que reviso continuamente, sobre un grupo de adolescentes creciendo en Baltimore: las interacciones que se desarrollan entre ellos, la forma en la que presenta a estos personajes... No hay chistes, es solo gente actuando como gente real. La forma como hablan, cómo se dejan en ridículo, cómo se comportan, todo eso es divertido. Y a eso le añado conflicto a través de personajes como el del chico que es un marginado o la científica que prefiere los animales a las personas. Al juntar a todos estos marginados es cuando funcionan.

  • ¿Cómo decidiste sacar al Predator de la jungla y meterlo en otra jungla, pero de asfalto?

Me gustan las variaciones. Quería dejar elementos reconocibles para que la gente los identificara y recordara. Pero tampoco quería copiar la primera película. Me gusta la idea de meter a los Predators en sitios a los que en teoría no pertenecen. Son unos seres que tienen que estar en la jungla, allí es donde los ubicas, entre árboles y vegetación. Pero no en un instituto. Así que me planteé hacer que la película transcurriera en un instituto, y luego devolverlos al bosque. Lo que también funciona como un guiño a las invasiones alienígenas de los años cincuenta: pueblos pequeños a los que llegan los aliens. Por eso me gustan las ubicaciones de esta película, son inesperadas: México al principio, un laboratorio, y al final tanto en el bosque como en un barrio residencial.

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"El estudio tenía miedo de que nos saliéramos del plan previsto". Olivia Munn y Boyd Holbrook, protagonistas de 'Predator'.

  • Shane Black es famoso por dejar que se improvise en sus sets. Pero en una película como esta, el nivel de la producción y los efectos especiales, ¿ha sido posible?

BH: Es un gran dilema, porque a los estudios no les gusta la improvisación, quieren tenerlo todo bien atado, quieren garantías y que los directores se ciñan al guión. Pero por otra parte, tenemos la paradoja de que hayan contratado para este trabajo a alguien como Shane Black, que favorece la improvisación.

OM: Quizás de ahí el temor que siempre percibíamos en el estudio a que nos saliéramos del guión y no hiciéramos lo que estaba previsto.

BH: Sí, eso es lo que se ha firmado y nos tenemos que ceñir a nuestro contrato, pero no deja de ser irónico, dado que Shane saca su estilo personal justo de lo contrario.

  • Hay mucho humor en la película, que se percibe particularmente en alguna escena como la del secuestro de Casey (el personaje de Olivia Munn) a manos de los militares. ¿Cómo se construyó esa secuencia, y cómo se le inyecto el sentido del humor tan especial que tiene?

OM: Al principio pensé que no que me convenía hablar en la escena, porque todo eran órdenes y preguntas del tipo "quiénes sois", "de dónde salís" y demás. Pero fui a hablar con Shane y le dije que podríamos buscar un enfoque más realista, similar a cuando te encuentras con un perro peligroso y no sales corriendo ni le atacas, sino que vas con calma. Esa era la actitud que queríamos reflejar.

También, en teoría, tenía que acabar cogiendo un arma, pero no tenía mucho sentido que un grupo de militares expertos dejaran a mi alcance un arma, así que lo sustutuimos por el juego que acaba saliendo en la película en el que los militares apuestan si voy a coger el arma o no o no. En principio la escena estaba planteada como una secuencia para que la trama avanzara, pero quería que el público sintiera que mi personaje todavía no se ha dado cuenta de que los militares son, en realidad, gente que va a ayudarle. Quería darle al público ese momento de que todo el mundo sabe los propósitos de los demás menos ella.

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  • ¿Qué diferencia a esta 'Predator' de la película original?

OM: No se trata de un remake de la película original, tampoco exactamente de una secuela, es más bien una evolución de lo que pasaba en la primera. Shane Black ha convertido la jungla original en una jungla urbana y ha creado un grupo de héroes muy pocco probables, nada heroicos, lo que hace que el público se pueda identificar con ellos. Aunque se enfrenten a un extraterrestre, todas las situaciones que se presentan, en la que unos pisan a otros y algunos demuestran ser auténticos héroes, se parecen a lo que sucede en la vida real.

  • Algunos de vuestros trabajos más conocidos (The Newsroom, Narcos) han tenido lugar en la pequeña pantalla. ¿Cuál creéis que es el futuro del cine, con el espectador medio cada vez más alejado de las salas?

OM: Lo interesante de las pequeñas plataformas es que ya no hay unos pocos pequeños estudios que controlan todo lo que se exhibe, sino que Netflix, por ejemplo, puede distribuir contenidos de distintos países: yo he visto en la plataforma producciones de países muy variados. Los autores también tienen más oportunidades de presentar su trabajo: si hay una compañía que te dice que no habrá otras que te digan que sí.

Yo he sido periodista, y creo que lo importante es contar una historia, da igual que sea desde un teléfono, un periódico o lo que sea. Cuando fui una de las primeras inversoras en Uber conocí a mucha gente que descubría las ventajas de ser su propio jefe, y creo que esto también va a cambiar el mercado. Y algo así está ocurriendo con los cines, tal vez ahora descubran que tienen la necesidad de ofrecer elementos extra para animar a la gente a que acuda a las salas.

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  • Olivia, has sido una de las cabezas visibles del movimiento #metoo en sus primeros pasos. ¿Crees que en este año las cosas han cambiado, ha habido una mejoría en la industria?

OM: Cuando escucho a mis amigos y colegas del sector, a gente como Woody Allen, veo que dicen "Es que ahora no podemos decir nada" por miedo a ser malinterpretados, a que se vea lo que dicen como un acoso. Pero si hemos llegado hasta este punto no ha sido para denunciar una situación de abuso hacia las mujeres, sino de abuso de poder en general, como es el caso de Kevin Spacey.

El caso es que ahora, por primera vez, los hombres blancos saben quienes son y que existen, si preguntas a cualquier miembro de una minoría o un sector que sufre discriminación, te van a decir que todos los días son conscientes de quiénes son: "Soy una mujer", "Soy negro", etc". Ahora ellos por primera vez son conscientes de que son hombres y no está mal que tengan que pensárselo dos veces antes de hablar. ¡Bienvenidos a mi mundo! Porque yo, como mujer, tengo que pensarme las cosas tres veces antes de hablar. Y creo que no es malo que pensemos en el impacto que tienen nuestras palabras en el resto del mundo.

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