'Bésame Licia', Nostalgia TV

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Un día de lluvia, se encuentran con Licia el bueno de Jorge y su gato…

Qué estupendo era que llegara la hora de la merienda, con su vasito de leche, sus ensaimadas, sus bocadillos de Nocilla, su bolsa de gusanitos de a duro o su todo junto para lograr la indigestión perfecta. Y qué estupendísimo disfrutar de esa merienda con tus dibujos favoritos, esos que ya no eran tan infantiles, sino que trataban algunos temas más de “mayores”.

Las series anime de los 90 en Telecinco nos abrieron a un nuevo mundo y a una nueva concepción de lo que podía ser una serie de dibujos animados. Estábamos acostumbrados a historias divertidas, coloridas, tiernas, imaginativas pero sin un componente emotivo adulto. Quiero decir, los temas de los dibujos animados podían ser enormemente adultos: la ecología, la diferencia entre el bien y el mal, las relaciones familiares… pero apenas tocaban un elemento, el amoroso, que resultaba fundamental para unos pre-adolescentes que no querían dejar de ver dibujos animados y ya no eran capaces de renunciar a cierto tipo de historias.

Dibujos animados y amor adolescente

‘Bésame Licia’ es una serie japonesa, una comedia romántica, para ser más exactos, dirigida por Osamu Kasai en 1983. En su versión original, se llamó ‘Ai Shite Night‘ (cuya traducción original vendría a ser ‘Noche de amor’) y constó de 42 capítulos producidos por Toei Animation. La serie estaba basada en el manga de siete volúmenes creado por Kaoru Tada, una publicación shojo cuya primera edición data de 1982. En España, no pudimos verla hasta 1992, mucho tiempo después, pero, a pesar de que el trazo del dibujo podía parecer antiguo en muchos casos, su temática y estructura argumental conquistó al público.

Esta serie de dibujos era una auténtica telenovela por mucho que su diseño fuera de vivos e infantiles colores. Recuerdo como una agradable sorpresa la llegada de este tipo de series que trataban los importantísimos problemas adolescentes derivados del amor y que me parecían una evolución respecto al dibujo, al que por supuesto también adoraba, que se centraba más en los golpes y porrazos o las aventuras. El contenido me resultaba fascinante: una chica de origen humilde que entra en contacto con un mundo más glamouroso pero también lleno de malicia e intereses. Dos chicos luchando por su amor, tensión sentimental por un tubo.

La historia de la serie nos hablaba de Licia, una chica buena y humilde, trabajadora y optimista que vivía junto a su padre en un restaurante, el ‘Mambo” (respecto al que siempre tuve el deseo frustrado de comerme una de las tortas que preparaban) y cuya vida cambiaba al conocer a Jorge, un niño huérfano, que vivía con su hermano Sergio pero al que su carrera de músico de rock (sí, guau) no le permitía pasar mucho tiempo con Jorge. Como dice la canción, un día de lluvia, Licia encontraba a Jorge y su gato perdidos en un parque, los llevaba al restaurante de su padre y allí, casi inmediatamente, los convertía en miembros de su familia.

Hechuras de telenovela

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Cuando el hermano mayor de Jorge, Sergio, conocía a Licia, se producía un intenso fogonazo de atracción con una tensión sensual que ríete tú de las series adultas. Licia y Sergio tenían un mal comienzo y parecían odiarse a muerte pero, en realidad, se enamoraban el uno del otro y sus destinos se entrelazaban. Pertenecían a mundos distintos: la humilde y luchadora clase trabajadora de una Licia muy ama de casa y la frenética exposición de la estrella pop de Sergio, líder de la banda de rock Bee Hive.

Pero resulta que toda esta historia se veía complicada por la aparición de terceros en discordia. Mucho antes de que Sergio entrara en la vida de Licia, en ella ya estaba Borja, el compositor y teclista de Bee Hive y mejor amigo de Sergio. Borja está enamorado de Licia y le lleva rosas al restaurante de su padre. Era un pretendiente galante y correcto al que Licia quería mucho pero del que nunca llegaba a enamorarse con esa pasión que nos gusta en los protagonistas románticos. Borja llegaba a enfrentarse con Sergio por el amor de Licia, porque consideraba que él era un mujeriego y Licia sólo un capricho, pero Sergio demostraba que Licia era vital para él y teníamos un bonito final feliz.

La historia estaba aderezada con todo tipo de elementos de culebrón. Marika era la antagonista de Licia, una niña rica y malcriada que trataba con condescendencia a todo el mundo y que odiaba a Licia por tener las atenciones de Borja, de quien ella estaba enamorada. Las tramas del grupo de rock, los Bee Hive eran muy importantes para la historia. Se trataba de un grupo de jóvenes que luchaba por conseguir su sueño (etc) y que tenía enemigos en su carrera, como Sheller, el cantante de una banda rival. Había celos, engaños, malentendidos, peleas y reconciliaciones… un buen arsenal de elementos melodramáticos.

Y como buena telenovela, ‘Bésame Licia’ no podía pasar sin tener grandes secretos y giros inesperados. El más “brutal” era el que envolvía la trágica historia de los hermanos Jorge y Sergio, puesto que sólo eran hermanos de padre. Una vez que Jorge y Sergio rehacían su vida juntos, con Sergio asumiendo las tareas adultas respecto a su hermanito, aparecía la verdadera madre de Jorge, Marie, una mujer que pretendía llevarse a su hijo a vivir con ella a París (bastante normal, por otro lado) y separar así a los hermanos.

Tono edulcorado

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Eso sí, no podemos olvidar nunca que esta serie era para niños y a pesar de sus elementos “trágicos”, destacaba muy por encima de todos ellos un tono un tanto cursi y bucólico. Fundamental era el personaje de Jorge, un niño sin papás, que deambula por las calles con la única compañía de su gato y que siente que Licia puede ser esa mamá a la que tanto extraña. El elemento emocional que unía a Licia con Jorge era la chispa que acababa por atraer al corazón de Sergio a esa chica que se comportaba tan fenomenal con su hermanito.

Las conversaciones amorosas, toda la peripecia de Borja, el tira y afloja de Licia y Sergio, estaba llena de un componente también bastante ñoño y romanticón muy de mentiras pero muy del suspiro adolescente. Y, por último, no me puedo olvidar de uno de mis personajes favoritos, el padre de Licia, Anacleto Marabio. Era un hombre gruñón y de fuerte carácter, un trozo de pan en el fondo. Sentía adoración por Jorge y siempre trataba de proteger a Licia de los “peligros” de mundo que venían a ser, a grandes rasgos: la vida nocturna y los hombres. Memorables para los fans muchas de sus frases, como: “¡Qué manía les tengo a los melenudos!” o “Mucho cuidado con los coches y con los jovenzuelos, sobre todo con los jovenzuelos”.

Ficha Técnica: Bésame Licia


Un día de lluvia, se encuentran con Licia el bueno de Jorge y su gato…

Qué estupendo era que llegara la hora de la merienda, con su vasito de leche, sus ensaimadas, sus bocadillos de Nocilla, su bolsa de gusanitos de a duro o su todo junto para lograr la indigestión perfecta. Y qué estupendísimo disfrutar de esa merienda con tus dibujos favoritos, esos que ya no eran tan infantiles, sino que trataban algunos temas más de “mayores”.

Las series anime de los 90 en Telecinco nos abrieron a un nuevo mundo y a una nueva concepción de lo que podía ser una serie de dibujos animados. Estábamos acostumbrados a historias divertidas, coloridas, tiernas, imaginativas pero sin un componente emotivo adulto. Quiero decir, los temas de los dibujos animados podían ser enormemente adultos: la ecología, la diferencia entre el bien y el mal, las relaciones familiares… pero apenas tocaban un elemento, el amoroso, que resultaba fundamental para unos pre-adolescentes que no querían dejar de ver dibujos animados y ya no eran capaces de renunciar a cierto tipo de historias.

Dibujos animados y amor adolescente

‘Bésame Licia’ es una serie japonesa, una comedia romántica, para ser más exactos, dirigida por Osamu Kasai en 1983. En su versión original, se llamó ‘Ai Shite Night‘ (cuya traducción original vendría a ser ‘Noche de amor’) y constó de 42 capítulos producidos por Toei Animation. La serie estaba basada en el manga de siete volúmenes creado por Kaoru Tada, una publicación shojo cuya primera edición data de 1982. En España, no pudimos verla hasta 1992, mucho tiempo después, pero, a pesar de que el trazo del dibujo podía parecer antiguo en muchos casos, su temática y estructura argumental conquistó al público.

Esta serie de dibujos era una auténtica telenovela por mucho que su diseño fuera de vivos e infantiles colores. Recuerdo como una agradable sorpresa la llegada de este tipo de series que trataban los importantísimos problemas adolescentes derivados del amor y que me parecían una evolución respecto al dibujo, al que por supuesto también adoraba, que se centraba más en los golpes y porrazos o las aventuras. El contenido me resultaba fascinante: una chica de origen humilde que entra en contacto con un mundo más glamouroso pero también lleno de malicia e intereses. Dos chicos luchando por su amor, tensión sentimental por un tubo.

La historia de la serie nos hablaba de Licia, una chica buena y humilde, trabajadora y optimista que vivía junto a su padre en un restaurante, el ‘Mambo” (respecto al que siempre tuve el deseo frustrado de comerme una de las tortas que preparaban) y cuya vida cambiaba al conocer a Jorge, un niño huérfano, que vivía con su hermano Sergio pero al que su carrera de músico de rock (sí, guau) no le permitía pasar mucho tiempo con Jorge. Como dice la canción, un día de lluvia, Licia encontraba a Jorge y su gato perdidos en un parque, los llevaba al restaurante de su padre y allí, casi inmediatamente, los convertía en miembros de su familia.

Hechuras de telenovela

licia

Cuando el hermano mayor de Jorge, Sergio, conocía a Licia, se producía un intenso fogonazo de atracción con una tensión sensual que ríete tú de las series adultas. Licia y Sergio tenían un mal comienzo y parecían odiarse a muerte pero, en realidad, se enamoraban el uno del otro y sus destinos se entrelazaban. Pertenecían a mundos distintos: la humilde y luchadora clase trabajadora de una Licia muy ama de casa y la frenética exposición de la estrella pop de Sergio, líder de la banda de rock Bee Hive.

Pero resulta que toda esta historia se veía complicada por la aparición de terceros en discordia. Mucho antes de que Sergio entrara en la vida de Licia, en ella ya estaba Borja, el compositor y teclista de Bee Hive y mejor amigo de Sergio. Borja está enamorado de Licia y le lleva rosas al restaurante de su padre. Era un pretendiente galante y correcto al que Licia quería mucho pero del que nunca llegaba a enamorarse con esa pasión que nos gusta en los protagonistas románticos. Borja llegaba a enfrentarse con Sergio por el amor de Licia, porque consideraba que él era un mujeriego y Licia sólo un capricho, pero Sergio demostraba que Licia era vital para él y teníamos un bonito final feliz.

La historia estaba aderezada con todo tipo de elementos de culebrón. Marika era la antagonista de Licia, una niña rica y malcriada que trataba con condescendencia a todo el mundo y que odiaba a Licia por tener las atenciones de Borja, de quien ella estaba enamorada. Las tramas del grupo de rock, los Bee Hive eran muy importantes para la historia. Se trataba de un grupo de jóvenes que luchaba por conseguir su sueño (etc) y que tenía enemigos en su carrera, como Sheller, el cantante de una banda rival. Había celos, engaños, malentendidos, peleas y reconciliaciones… un buen arsenal de elementos melodramáticos.

Y como buena telenovela, ‘Bésame Licia’ no podía pasar sin tener grandes secretos y giros inesperados. El más “brutal” era el que envolvía la trágica historia de los hermanos Jorge y Sergio, puesto que sólo eran hermanos de padre. Una vez que Jorge y Sergio rehacían su vida juntos, con Sergio asumiendo las tareas adultas respecto a su hermanito, aparecía la verdadera madre de Jorge, Marie, una mujer que pretendía llevarse a su hijo a vivir con ella a París (bastante normal, por otro lado) y separar así a los hermanos.

Tono edulcorado

licia

Eso sí, no podemos olvidar nunca que esta serie era para niños y a pesar de sus elementos “trágicos”, destacaba muy por encima de todos ellos un tono un tanto cursi y bucólico. Fundamental era el personaje de Jorge, un niño sin papás, que deambula por las calles con la única compañía de su gato y que siente que Licia puede ser esa mamá a la que tanto extraña. El elemento emocional que unía a Licia con Jorge era la chispa que acababa por atraer al corazón de Sergio a esa chica que se comportaba tan fenomenal con su hermanito.

Las conversaciones amorosas, toda la peripecia de Borja, el tira y afloja de Licia y Sergio, estaba llena de un componente también bastante ñoño y romanticón muy de mentiras pero muy del suspiro adolescente. Y, por último, no me puedo olvidar de uno de mis personajes favoritos, el padre de Licia, Anacleto Marabio. Era un hombre gruñón y de fuerte carácter, un trozo de pan en el fondo. Sentía adoración por Jorge y siempre trataba de proteger a Licia de los “peligros” de mundo que venían a ser, a grandes rasgos: la vida nocturna y los hombres. Memorables para los fans muchas de sus frases, como: “¡Qué manía les tengo a los melenudos!” o “Mucho cuidado con los coches y con los jovenzuelos, sobre todo con los jovenzuelos”.

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Dibujos animados y amor adolescente

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  • Título Original: Ai Shite Night
  • Género: Anime
  • Cadena: TV Asahi (1983-1984)
  • En España: Telecinco
  • Disponibilidad DVD: Sí

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