El cine español se despide en Internet de Chus Lampreave

El cine español se despide en Internet de Chus Lampreave
1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail

"Desde el primer momento sentimos que pertenecíamos a la misma familia"

Pedro Almodóvar se despedía con estas emotivísimas palabras de la que, sin duda, fue una de sus actrices fetiche: Chus Lampreave. En su comunicado, "escrito a vuela pluma" en plena odisea promocional de 'Julieta', que se estrena esta misma semana, muestra la importancia de la actriz madrileña en su cine y de esa magia absurda y casi paranormal de la que dotaba a sus películas.

Pero no sólo Almodóvar ha querido rendirle homenaje: periodistas, amigos y compañeros de profesión han querido mostrar su tristeza por la desaparición de una actriz única, que nos regaló momentos únicos y que terminó haciendo que la sintiéramos como a nuestra tercera abuela. ¡Se te echará de menos, Chus!

12900960 959365847481133 8359448235996009311 O

 

 

 

 

 

 

 

"Escribo estas líneas a vuela pluma y sin hacerme a la idea de que no volveré a trabajar con Chus Lampreave, que no volveré a verla.

Antes de debutar como director, Chus ya me había fascinado en las dos películas de Marco Ferreri ('El pisito' y 'El cochecito'), en 'Mi querida señorita' (de Armiñán) y 'La escopeta nacional' de Berlanga. Yo soñaba con trabajar con ella si algún día conseguía dirigir una película. La llamé para 'Pepi, Luci, Bom...' y muy amablemente me dijo que no se veía. Volví a llamarla dos años después para 'Laberinto de pasiones' y, a pesar de su negativa, seguí llamándola para que interpretara una de las monjas de 'Entre tinieblas', fue entonces cuando nos conocimos personalmente. Ante mi insistencia, y la química inmediata que se produjo entre nosotros, Chus aceptó, después de explicarme que no era actriz y que prefería un papel corto. Sobre el guión el suyo no era muy extenso pero se agigantó en el momento que Chus entró en contacto con él. La mitad del personaje está improvisado en el último momento, con pocos actores he sentido tanta reciprocidad y me he divertido tanto. Desde el primer momento sentimos que pertenecíamos a la misma familia. Chus me hacía sentir capaz de todo, tenía la capacidad de convertir cualquier extravagancia mía en algo natural, divertido, sencillo, puro; desbordada humanidad e inocencia.

Fue la actriz que mejor interpretó los personajes inspirados en mi madre y pertenecía a la estirpe de los grandes actores de reparto, aquellos sin los que el cine español no existiría."

Pedro Almodóvar.

Chus Lampreave El Artista Y La Modelo Chus Lampreave en 'El artista y la modelo' de Fernando Trueba

"El mundo ha perdido a Chus Lampreave, que era una de esas personas que con su belleza lo hacían mejor. Los que tuvimos el gran placer y el inconmensurable privilegio de conocerla, de trabajar con ella, de quererla y hasta, de vez en cuando, de abrazarla y besarla, somos tan afortunados que no debiéramos lamentarnos, sino solo celebrar el haberla frecuentado.

Chus no era una persona más, no era “una actriz”; era una “presencia”, una aparición, porque había en ella algo de angélico que la hacía única e irrepetible. Es probable que eso que dicen de que todo ser humano es único sea cierto. Yo no estoy tan seguro. Pero sí lo estoy en el caso de Chus. No se parecía a nadie, solo a sí misma.

Si alguien se molestara en pegar una tras otra todas “sus” secuencias (y nunca el posesivo fue más pertinente), obtendría una obra maestra. Digo sus secuencias porque al escribir “para Chus” eras inspirado por ella, poseído por ella, entonces esos diálogos eran suyos. Uno los escribía para escuchárselos decir. Y sonaban a algo que nadie mas que ella podría haber dicho. Ferreri, Berlanga, Armiñán, Almodovar, Cuerda, Colomo, Segura, yo y los que me dejo en el tintero lo sabíamos y su presencia hacía mejores nuestras películas, el cine español y el cine sin más.

Chus no era “surrealista”, era surrealismo, (como lo era su Eusebio, el único surrealista que he conocido); era de una inteligencia fina y un humor hecho solo de bondad, ajeno a toda crueldad. Levitaba tan levemente, tan discretamente, que no nos dábamos cuenta de que no pisaba el suelo. Era un ser poético, limpio, generoso, tierno, adorable. Los franceses tienen una expresión que le iba como anillo al dedo: la folie douce.

La noticia nos ha pillado en pleno rodaje. Muchos hemos llorado. Pero al poco estábamos riendo. Nos seguía haciendo reír. Y ella lo hubiera preferido así. Y así será, por muchos años."

Fernando Trueba

Comentarios cerrados
Inicio