Diccionario Teléfilo: License fee

Diccionario Teléfilo: License fee
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En los últimos años, el proceso para renovar o cancelar una serie en Estados Unidos parece haberse vuelto un poco más complicado o, más en concreto, involucra más variables que las que podían considerarse tiempo atrás. Audiencias, costes, sueldos de los actores, ventas en DVD, ventas al extranjero, proyectos de nuevas series para la siguiente temporada... Todo eso se toma en consideración cuando las cadenas se enfrentan a la tarea de decidir el destino de aquellas series con audiencias no muy boyantes y que, en el argot, se describen como "en la burbuja".

Una de esas variables es la license fee, que en este caso no debemos confundir con el canon por televisión que se paga en algunos países, como el Reino Unido, para financiar la televisión pública, y que en inglés puede nombrarse con el mismo término. La license fee a la que nos referimos aquí es lo que paga la cadena a la productora por cada capítulo de una serie. Hace algún tiempo os contamos un poco en qué consistía esa cuota en un especial sobre cómo funciona la televisión estadounidense, pero ahora vamos a intentar ver con un poco más detalle qué es exactamente y, lo que es más importante, qué papel juega en la renovación o cancelación de una serie.

En The TV Addict publicaron hace poco una entrada en la que contaban de qué iba todo esto y cómo la license fee puede ser determinante en la posibilidad de que 'Fringe' tenga una cuarta temporada. En el artículo explican que, por ejemplo, Warner Bros. (el estudio detrás de la serie) es el que fija la cuota por episodio para la cadena. Establece un presupuesto para la producción, mira los costes y decide una license fee un poco superior a estos para poder sacar algún beneficio. Cuando le vende la serie a Fox, le presenta esa cuota por capítulo y entre estudio y cadena negocian si el precio se rebaja a cambio de otras cosas, el número de episodios que se ordenan, etc.

Para mantener una serie en dificultades (por sus bajas audiencias) en el aire, un estudio puede fijar una cuota inferior a los costes (con la que, de hecho, pierdan dinero) para que a la cadena la resulte un poco más fácil renovarla. El año pasado, por ejemplo, Warner rebajó la license fee de 'Chuck' para favorecer que la NBC la renovara por una cuarta temporada. Esas rebajas se hacen cuando el estudio cree que, a medio y largo plazo, recuperará esas pérdidas por las ventas en DVD o, en el caso de series con varias temporadas a sus espaldas, porque conseguirán el número de capítulos suficientes para poder conseguir que se emita en sindicación (en las cadenas locales afiliadas), o por cualquier otra oportunidad de ingresar más dinero que vean.

Ya sabemos que hace tiempo que no se miran sólo los índices de audiencia para decidir la supervivencia de una serie, aunque sigan siendo muy importantes. Si una cadena quiere seguir contando con alguna, aunque no congregue demasiados espectadores, puede pedirle al estudio que le rebaje la cuota por capítulo y, del mismo modo, una serie puede ser cancelada en el tercer episodio pero, si se han grabado seis, la cadena debe pagar esos tres sin emitir, aunque lo hace por un precio reducido. Resultado, que actualmente se estudian más cosas a la hora de decidir la renovación de una serie que sus datos de audiencia en directo, aunque estos siguen siendo la razón principal para determinar quiénes siguen y quiénes no. En el caso de series con un seguimiento no demasiado grande, la contención de costes y la negociación alrededor de la license fee pueden significar su salvación.

En ¡Vaya Tele! | Diccionario Teléfilo

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