Corte bruto, ¿matarías para filmar una película?

Corte bruto, ¿matarías para filmar una película?
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Blaine Norris y Brian Trimble son dos jóvenes de clase media, empleados del departamento de informática de una empresa de Harrisburg, Pensilvania, Estados Unidos.

Pero no lo serán por mucho tiempo: hace 10 meses, con equipo mínimo y poco menos de 20 mil dólares, han completado el rodaje de Through Hike: A Ghost Story; un filme independiente de horror que, al decir de Blaine, director y guionista, podría convertirse en un próximo The Blair Witch Project.

Finalizado el rodaje, la producción se ha quedado sin dinero y las tarjetas de crédito de Norris están hasta el tope. Trimble, quien sufre de esclerosis múltiple y quien cedió su equipo de cámara para el filme, pudiera invertir su dinero para terminarlo. Pero Randi, su mujer, se opone a su idea de perder sus ahorros en "esa estúpida película"

Trimble siente que Randi, son su intransigencia, frustra sus proyectos de vida. Él y Norris planean su muerte, con la idea de cobrar el seguro y completar Through Hike: A Ghost Story. Norris es el encargado de adelantar el macabro plan. Descarga de una tétrica página de internet las instrucciones para cometer un asesinato, se lee una buena cantidad de manuales de investigación forense y repasa el argumento de Murder by numbers, la película protagonizada por Sandra Bullock.

El 10 de enero de 2003, Norris se introduce en la casa de Brian y apuñala, 27 veces, a Randi. Más tarde, Norris diría:

La apuñalaba y la apuñalaba, la estrangulaba y la estrangulaba, y no era como en la TV.

La joven Randi Trimble, mientras recibía las puñaladas, rezaba.

Perpetrado lo que parecía un crimen perfecto, Norris y Trimble, Leopold y Loeb en versión indie, cobraron el seguro, saldaron sus deudas y se dispusieron a terminar Through Hike: A Ghost Story. Sin embargo, un nuevo obstáculo surgió en su camino hacia la consagración cinematográfica: la constancia y paciencia del detective de homicidios Chip Dougherty, empeñado en resolver tan espantoso homicidio.

Lo anterior no es el argumento de un telefilme que, a fuerza de truculencia, pretenda sermonear sobre la influencia negativa de los medios de comunicación. No. Lo anterior es, a grandes rasgos, el resumen del reportaje que el programa Dateline de la cadena estadounidense MSNBC transmitió el pasado 20 de enero sobre el abominable caso.

También es la sinopsis del documental Rough Cut, dirigido por Todd Klick.

Resulta curioso comprobar que sólo gracias al reportaje de Dateline nos hemos enterado de la existencia del documental de Klick.

¿Será porque acaso Rough Cut nos muestra el lado oscuro de la variante del american dream en la que un cineasta sin recursos alcanza la cumbre? ¿Será quizás que el documental resulta una suerte de contrapropaganda de la movida del cine independiente estadounidense?

Habrá que verlo para despejar dudas. ¿Alguien lo ha visto ya?

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