'Inside Job', nada aterra más que la realidad económica

'Inside Job', nada aterra más que la realidad económica
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Esta tarde se estrena el documental ganador del Oscar 2011, ‘Inside Job’, de Charles Ferguson y Audrey Marrs. La cinta refleja lo que nos ha llevado, a lo largo de la última década, a la crisis en la que nos vemos sumidos y de la que, cuando parecía que ya tendríamos que estar fuera, no hay atisbos de comenzar a salir.

‘Inside Job’ es un documental necesario, pues, aunque muchas de las cosas que contiene ya las conocíamos por otros medios, sirve para explicarlas de manera más clara y añade muchas que se desconocían. Es un documental terrorífico, tanto por ver la situación en la que estamos y a la que podemos llegar, como por la constatación de las medidas absurdas que se han tomado y de las atrocidades que se han permitido. Es incluso un documental ameno, que invita en ocasiones a recurrir al humor aunque sea como alivio. Y es, sobre todo, un documental que te enciende, que te conmueve, que te sacude. Si a las películas de ficción les pedimos que no nos dejen indiferentes y que nos hagan sentir, con este film tenemos claro que nos satisfará en esos sentidos.

La realidad que se refleja en esta película es tan poderosa que hace pensar que ‘Inside Job’ no tiene ningún mérito como documental, pues lo retratado en él posee toda la fuerza necesaria para conmovernos como lo hace. Sin embargo, al igual que ocurre con la ficción, no sólo hay que partir de una buena historia, también hay que saber contarla. Además de haber sabido elegir el tema y el enfoque, los autores han aportado los siguientes valores cinematográficos a la cinta:

Valores narrativos y didácticos

‘Inside Job’ tiene una construcción muy sencilla y directa, basada en el orden cronológico, y dividida en grandes bloques con títulos de capítulo. La película está armada, además de con datos e información, a base de numerosas entrevistas a personas involucradas o entendidas. Gracias a un inteligente montaje, las entrevistas o la ausencia de ellas —porque muchas veces los carteles de «Fulanito De Tal se negó a aparecer entrevistado en este documental» tienen más efecto que las apariciones— se intercala a la perfección con las aclaraciones. La ironía de la selección musical, así como las caras —véase la primera foto—, dudas o silencios de los implicados que valen un mundo, más que sus palabras, posibilitan incluso el humor.

La explicación del proceso por el que se ha llegado a esta situación es meridiana.
La voz en off del narrador, Matt Damon, se ve ilustrada siempre con imágenes adecuadas, lo que nos lleva a pensar en una tremenda labor de documentación. La capacidad investigativa de los tres firmantes del guion resulta incuestionable, pues no parece que faltase ningún dato ni ninguna mención.

Objetividad en la divulgación

Juzgar la objetividad de alguien es tan difícil como ser objetivo. Diría que los autores del documental son totalmente objetivos, pero quizá es porque estoy de acuerdo con su posicionamiento. Si nos vale como dato algo más verificable, lo que se puede añadir es que son bastante imparciales, o, por expresarlo de forma más llana: que reparten a diestro y siniestro. En la parte última de la película sorprende conocer, por ejemplo, que el gobierno de Obama cuenta con muchos de los ministros o cargos que permitieron que ocurriese este hundimiento cuando gobernaban presidentes de ideas contrarias.

Quienes estuviesen hartos de la excesiva presencia de Michael Moore en sus trabajos, encontrarán aquí un alivio, ya que los autores no aparecen, salvo fuera de campo en pocas ocasiones. Esas pocas veces escuchamos su insidiosa forma de preguntar y admiramos su entereza ante los sujetos, lo que responde a habilidades periodísticas que de cineasta.

Inside Job

Utilidad

Si bien hemos quedado en que ‘Inside Job’ difícilmente podrá dejar a nadie indiferente, también me temo que nos va a dejar inmóviles. Aunque cierra con una frase alentadora, que parece que está movilizando a los ciudadanos a lanzarse a las calles y que, por cierto, se sale un poco del tono que, como decía, hasta ahí se había mantenido muy neutral y despersonalizado… decía que, aunque acaba con una frase de ánimo e invitación a la acción, no parece dar atisbo de solución alguna. Cuando demuestra que poco importa a quién se vote, pues los líderes de todos los bandos comparten ideas y personas, la conclusión es la de que poco se puede hacer salvo indignarse, pero inmediatamente resignarse o esperar a que pase la nube negra.

Muchas veces me he quejado de que los documentales con contenido político o social predican al converso y, por lo tanto, no tendrán efecto, pues solo irá a verlos quien ya esté concienciado. Aquí no hay cuestión de la que concienciarse, no hay posición que adoptar.

Podría valer para que estuviésemos más alerta si el ciclo económico nos trajese una nueva crisis dentro de unas décadas cuando hayamos salido de ésta, pero las diferentes circunstancias harán que el aviso sea infructífero. Especulo incluso que, si se viajase cinco o siete años al pasado y se colgasen en Internet y publicasen en periódicos lo que estaba detrás de las operaciones bancarias, los ciudadanos y políticos habrían continuado hipotecándose o permitiendo la compra de deuda, respectivamente. Se presta muy poca atención a las advertencias, quizá por culpa del exceso de ruido informativo que recibimos.

‘Inside Job’ me parece una película magnífica. Suele ser habitual, en las conclusiones, cerrar con eso de «que todo el mundo debería ver». En este caso no por perderse una gran experiencia cinematográfica, sino porque nadie debería ignorar la información que en él se proporciona, incluso aunque después no sepamos bien qué hacer con ella.

Mi puntuación:

4

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