'Encantada', las desventuras de una princesa en Broadway

'Encantada', las desventuras de una princesa en Broadway
Facebook Twitter Flipboard E-mail

No había visto 'Encantada' ('Enchanted') cuando se estrenó y la he recuperado recientemente. Kevin Lima dirige a Amy Adams, Patrick Dempsey, James Marsden, Timothy Spall y Susan Sarandon en una película que comienza contando un cuento de hadas para enseguida trastocarlo todo. La madrastra malvada Narissa, que posee el trono mientras su hijo Edward permanezca soltero, hará todo lo posible para evitar el matrimonio entre su retoño y Giselle. Engañando a su posible nuera con suma facilidad, le hace asomarse a un pozo por el que la joven cae a una dimensión donde el "vivieron felices y comieron perdices" se supone que nunca se podrá realizar.

En un primer momento, cuando ya se han pasado los aburridos fragmentos de animación y Giselle es expulsada a Broadway, 'Encantada' nos ofrece unos minutos muy divertidos gracias a este choque de culturas que se produce entre el mundo real y el fantástico, pero que también se ha dado en otros films entre la civilización y el mundo primitivo o entre unos extremos y otros del planeta. Gracias a las sorpresas que recibe Giselle y a las que ella misma produce en los demás, el humor está asegurado. Hay detalles realmente buenos en esta parte del film.

Sin embargo, como ya me ha pasado últimamente con varias películas, encuentro que 'Encantada' parte de una premisa muy prometedora y que no cumple con las expectativas o no sabe aprovechar lo que el punto de partida le ofrece. La idea de mujer caída de un guindo no sólo es buena porque brinda la posibilidad de parodiar las historias fantásticas que la propia productora Disney ha realizado desde siempre. Además, la princesa de cuento que se enfrenta al mundo real se podría considerar como una metáfora de una niña bien y mimada que debe desenvolverse por sí sola por primera vez y no es capaz de hacer nada sin la protección de sus familiares, un tema muy de actualidad. Por otro lado, podría haber un mensaje que concluyese que ese "happily ever after" (lo de las perdices en cristiano) en realidad es más posible en un mundo imperfecto como el real porque, si no se conoce la desgracia, no se reconoce la felicidad.

Mi compañero Antonio Toca en su crítica ya señalaba que no se había aprovechado la idea. También mencionaba que el personaje de James Marsden es el más gracioso y tenía mucha razón. Por ese motivo, el film debería haberle dado mucho más protagonismo y haber sacado más partido de esa actitud tan chulesca, pero no antipática, del príncipe. Susan Sarandon se apunta otra muesca para completar su carnet de icono gay que ya se había plastificado con 'The Rocky Horror Picture Show'. Con una interpretación muy breve, pero correcta, le da el toque de dignidad a la película con su célebre nombre, sin embargo, no destaca especialmente y tiene el que quizá sea el peor momento de la cinta cuando se transforma en dragón y la película imita la archiconocida secuencia de 'King Kong'. Tanto el papel de ella como el de Timothy Spall tienen como mayor valor la sorpresa de encontrártelos cuando el dibujo se convierte en ellos, pero si habéis leído esto, ya no os sorprenderéis.

El problema del final no lo veo tanto en que 'Encantada' se convierta en aquello que parodia que, como decía Teresa en su crítica, es lógico porque, como hizo 'Scream' –salvando las distancias—, este film trata de sacar a la luz los tópicos de los cuentos de hadas siendo, a su vez, otro cuento de hadas. Si fuese así y estuviese conseguido, quizá yo me habría emocionado como ella, a pesar de lo previsible que pueda resultar. Sin embargo, hay algo que falla, que está en la falta de química entre Adams y Dempsey. SPOILER Cuando se supone que ella se enamora de él, yo no me lo creo. Cuando él siente cosas por ella, puedo comprenderlo un poco más, pero simplemente porque Giselle gana en la comparación con la prometida de Dempsey, pero no por nada más. Ni se ven como pareja que se complemente ni como medias naranjas. Al final de la película, parece que él, en lugar de haberse echado una novia, hubiese adoptado a otra hija. Quizá no era necesario que Giselle conociese a un hombre de la vida real y se enamorase de él. La historia podría haber ido por otro lado, centrándose más en esa idea de partida de personas sacadas de su entorno habitual. FIN DEL SPOILER Por lo tanto, no es sólo que el final se endulce y se quede con el romanticismo por encima de la comedia, sino que las decisiones –de reparto y de guión— tomadas para crear la trama amorosa no son correctas.

'Encantada' es una película que tiene sus buenos momentos, aunque no es ni mucho menos perfecta y se hace pesada en algunas zonas. El balance, a pesar de todo, podría ser positivo y la conclusión quizá sea que merece la pena verla en DVD, a una hora de ésas tontas de la tarde en uno de estos tontos días de verano.

Comentarios cerrados
Inicio