'Ella es el Chico', trivializando a Shakespeare

'Ella es el Chico', trivializando a Shakespeare
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Realizar una película sobre una obra de William Shakespeare es tener parte del trabajo hecho, y encima no se le puede criticar porque la historia sea mala. Aunque sí por otras muchas razones. A lo largo de su Historia el Cine nos ha dejado adaptaciones impresionantes sobre la obra del escritor inglés. Mi favorito simpre será Kenneth Branagh, auténtico genio del cine en todos los aspectos, EN TODOS. Si nos vamos un poco más atrás en el tiempo tenemos a Laurence Olivier, muy acertado en 'Hamlet'; y también a Orson Welles con su extraordinaria 'Otelo', aunque también con su coñazo 'Macbeth'. No obstante, y dejando a un lado la calidad de las cintas, éstas y otras muchas han intentado ser siempre adaptaciones más o menos fieles del original, e intentar captar sobre todo el universo de Shakespeare, mezclado con la propia visión personal del autor que en ese momento lo adapta.

En 'Ella es el Chico' se ha cogido la obra 'Noche de Reyes' y se ha adaptado a los actuales tiempos. Una chica que es una buena jugadora de fútbol ve como su ilusiones se truncan cuando el equipo femenino de la universidad es disuelto. Se las ingeniará para disfrazarse de chico y "colarse" entre los hombres para así poder jugar en el próximo partido. Si Guillermo levantara la cabeza... No obstante y contra todo pronóstico esta película no es tan mala como lo parece, pero no me malinterpreteis. Simplemente digo que no es el bodrio infumable que cabría esperar. Algunas cosas lo impiden, cosas buenas, por supuesto. Para empezar, la galería de secundarios, algunos de los cuales protagonizan algún que otro momento de humor exagerado que está bastante bien. Por ejemplo, una de las chicas de la Universidad, con un escandaloso aparato de dientes, delgaducha y fea, cuya mala suerte con los chicos le hacen tener un fuerte apetito sexual, que nunca es saciado. Sus intervenciones está bien explicadas y suponen de lo mejor de la cinta.

Por otro lado, la actriz principal, Amanda Bynes, a pesar de su histrionismo, está simpática en su doble papel, quizá más cuando finge ser un chico que cuando se muestra al mundo tal y cómo es. No es que esté de Oscar, pero resulta gracioso verla disfrutar a tope con el personaje. El resto de actores ni fu ni fa.

Y ahí se acaba todo. La película sigue los caminos más previsibles, aunque hay que decir que todo encaja argumentalmente hablando, quizá demasiado. Han querido cerrar el film sin dejarse ni un cabo suelto, y con todos contentos. Eso sin contar el hecho de que el espectador tiene que aceptar por narices el hecho de que nadie se da cuenta de que ella es él.

A pesar de que la película intenta apartarse un poco, o destacar, del resto de producciones destinadas a adolescentes, y es algo que consigue en muy pocos momentos, ésta termina siendo lo de siempre. O sea, la típica historia de chica encuentra chico, pero con la variante de que chico no sabe que chica es chica porque tiene aspecto de chico, y chica no puede decírselo, y hay otros chicos y chicas que interfieren en el asunto.

Una película floja, que ya es bastante aunque no lo parezca. Evidentemente no tiene nada que hacer al lado de la película de Bryan Singer, en cuanto a taquilla se refiere, y a calidad, por supuesto.

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