Son muchas las películas que han acabado perdiéndose y que sólo un milagro nos permitirá verlas algún día. Ni por asomo la mayoría de ella serían grandes obras —más probable es que sea justo lo contrario—, pero no por ello hay que quitar importancia a esa pequeña tragedia. Sin embargo, son multitud los títulos que uno puede encontrar si sabe dónde buscar que están cayendo en tal olvido que es como si prácticamente no existieran. No pocas son películas de dominio público, queriendo esto decir que cualquier distribuidora podría lanzarlas en dvd o blu-ray si realmente se lo propusiera, pero las copias tienden a estar en un estado bastante lamentable y su tirón comercial no justifica el cuantioso gasto necesario para hacer una restauración como dios manda.
La solución ante eso es lanzar la película tenga la calidad que tenga –cobrándola al mismo precio que cualquier otra cinta, eso sí- o simplemente obviar su existencia, siendo bastante más habitual lo segundo en nuestro país. La película de la que me gustaría hablaros hoy responde a esta triste realidad, ya que jamás encontraremos una copia de ‘Devil´s Partner’ (id., Charles R. Rondeau, 1958) con una gran calidad de imagen, aunque sí que podremos acceder a ella con mucha más facilidad de la que uno podría esperar. Entrando ya en sus méritos artísticos, ‘Devil´s Partner’ –distribuida posteriormente bajo el título de ‘The Devil´s Partner’- es una curiosa pero, por usar palabras amables, tremendamente fallida aproximación al siempre interesante tema de los pactos con el diablo.
‘Devil´s Partner’ arranca con un anciano cheposo asesina a una cabra a sangre fría para poder llevar a cabo un ritual satánico. Un contrato escrito con sangre y una misteriosa mano aparecen justo cuando el viejo se desploma. Intrigante arranque en el que Charles R. Rondeau, realizador eminentemente televisivo –dirigió varios episodios de series como ‘Misión Imposible’ (1966-1973) o ‘Superagente 86’ (1965-1970)-, demuestra cierta habilidad para la economía narrativa, ya que prescinde de todo diálogo, logra crear un buen clima de suspense con prácticamente nada –el sacrificio de la cabra se produce entre sombras- y capta la atención del espectador. La mala noticia es que no es más que un espejismo que carece de continuidad cuando comienza la auténtica historia.
Era habitual por aquel entonces que los relatos de corte sobrenatural apostasen la mayor parte de su metraje por adoptar la forma de una historia mundana en el que alguna rencilla de corte personal funcionaba como esqueleto argumental, quedando los apuntes fantásticos limitados a pequeños apuntes –los carteles promocionales eran mucho más explícitos que las propias películas- que sólo cogían auténtica importancia en los últimos minutos de metraje. Eso es precisamente lo que sucede con ‘Devil´s Partner’, con el agravante de que lo sucedido en el prólogo queda de lado durante muchos minutos, dejando la sensación de que la presencia de dos guionistas se debe a que uno de ellos escribió una primera versión de la historia que luego fue alterada sin piedad. El problema llega a la hora de dilucidar quién hizo qué, pues es el único guión firmado por Laura Jean Matthews y Stanley Clements, aunque el segundo sí que contó con una longeva carrera como actor.
La llegada al pueblo de un sobrino del anciano del prólogo sirve para desvelar el poco aprecio que sentían los habitantes del pueblo hacia su persona y lo bien que les cae el recién llegado. El costumbrismo de las tradiciones de los habitantes del sur de Estados Unidos sirve para ir presentándonos a diferentes personajes, creando por el camino algunas tramas que no llevan realmente a ninguna parte –los efectos casi sanativos de la leche de cabra- y empieza a mostrar las primeras debilidades de ‘Devil´s Partner’, ya que su ambicioso inicio se ha convertido en rutina y sus protagonistas son personajes intercambiables sin apenas atractivo.
Los poco inspirados diálogos son la fuente primordial de que la película no consiga arrancar por mucho que eche mano de giros ocasionales –una muerte, el ataque de un perro a su dueño, desfigurándolo en el proceso, etc.- encaminados a mantener cierto suspense sobre el hecho de que el anciano del principio en realidad pueda seguir vivo. Lo malo es la alarmante falta de garra de todo lo ajeno a esos momentos, echando mano de soluciones argumentales poco inspiradas –todo lo relacionado con la crisis romántica entre el desfigurado y su novia- e introduciendo nuevos personajes con una función pobremente justificada —el borrachín en el que, sin quedar demasiado claro, confía el protagonista—.
El anodino trabajo de su reparto, donde el único que tiene oportunidad para un mínimo lucimiento personal es Ed Nelson, visto posteriormente en títulos más populares como ‘Loca academia de policía III’ (‘Police Academy 3: Back in Training’, Jerry Paris, 1986) o ‘El jurado’ (‘Runaway Jury’, Gary Fleder, 2003), también va cargándose el atractivo del relato, quedando todo supeditado al digno trabajo tras las cámaras de Rondeau para que el misterio mantenga interesado al espectador. Todo se va al traste cuando un giro –el tráiler ya deja todo bastante claro y el cartel de la película es un spoiler de épicas proporciones- resuelve todas las dudas, o esa es su intención, porque ‘Devil´s Partner’ no se toma demasiadas molestias en que todo tenga sentido.
‘Devil´s Partner’ no es una buena película y, una vez vista, queda bastante claro cuáles son los motivos de que hoy esté prácticamente olvidada, algo que sucedió incluso en su momento, ya que pasó tres años olvidada hasta que gozó de un discreto estreno comercial —la inexperiencia de su productora, que únicamente financió este título, seguro que también ayudó lo suyo—. En definitiva, una rareza, sí, pero una que no destaca por nada.
PD: La parte buena de ser una cinta de dominio público es que está disponible en youtube de forma legal. Os dejo el vídeo con la película completa por si queréis comprobar su calidad por vuestra cuenta.
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