Cronocrímenes ingeniosos

Cronocrímenes ingeniosos
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Se supone que el debut en el largometraje de Nacho Vigalondo se estrenó en España el pasado 27 de junio, pero en muchas ciudades españolas sigue inédita a día de hoy. Ya había perdido toda esperanza, pero ayer tuve la sorprendente oportunidad de ver 'Los Cronocrímenes' en un pequeño cineclub de Granada, que la proyectaba de forma gratuita para un reducido y fiel grupo, estudiantes sobre todo, que se reúnen a diario para ver películas que normalmente no llegan a los multicines, saturados de cine comercial, especialmente norteamericano.

El argumento de 'Los Cronocrímenes' es tan simple como, a priori, la propia película. Héctor acaba de trasladarse con su mujer a una casa en el campo. En un descanso, a través de sus prismáticos descubre a una joven que parece que está siendo atacada. Decide ir a ver qué ha ocurrido. Encuentra a la chica, desnuda, aparentemente inconsciente... pero pronto es atacado por un hombre que lleva unas tijeras y el rostro oculto tras unas vendas de color rosa. En su huida, llega a un complejo científico, donde se están realizando unos misteriosos experimentos con una máquina...

Dos cosas importantes a destacar. Lo primero, una alegría que en España se haya hecho una película de ciencia ficción como ésta. Cansa bastante que casi todo sean dramas en este país, ya sean alrededor de la Guerra Civil o sobre temas actuales como el paro, o comedias para explotar lo que funciona en televisión. Hay que agradecer a Vigalondo que se haya atrevido a filmar una historia como la de 'Los Cronocrímenes', realizando una ópera prima atípica y arriesgada, diferente (en España, repito).

Lo segundo, aplaudir el buen resultado general del conjunto, con bajo presupuesto, cuatro actores y escasas localizaciones. Vigalondo sabe que no se necesitan muchos medios para contar una historia de ciencia ficción y lo pone en práctica con gran soltura. Lo fundamental en estos casos es el guión, y el guión de 'Los Cronocrímenes' funciona. Es inteligente, ingenioso y eficaz. En menos de una hora y media cuenta una historia fantástica que mantiene al espectador entretenido con los extraños acontecimientos que van transcurriendo.

A pesar de que Nacho Vigalondo se hizo famoso por su faceta cómica, quiso que su primera película fuese diferente, y su amor por la ciencia ficción se impuso. Lo que no impide que el realizador haya deslizado un buen número de momentos chistosos en su guión, cosa que el público siempre va a agradecer (si están bien integradas en la historia, por supuesto, como es el caso). Pero 'Los Cronocrímenes' va de viajes en el tiempo, de los problemas y las paradojas que se producen en las historias protagonizadas por alguien que se traslada al pasado o al futuro. En este caso, sólo hay viajes al pasado.

He dicho que el guión de Vigalondo es esencial para que funcione. Provoca que el espectador esté siempre atento, intentando comprender lo que ocurre y tratando de anticiparse a lo que vendrá después. Entretiene. Como un puzzle, una bolsa de pipas o un sudoku. Pero no es ese guión perfecto y sin fisuras que tanto han dicho por ahí. Bastantes acciones de los personajes resultan forzadas, poco creíbles, justificables sólo para que la historia siga avanzando y los giros de la película resulten más sorprendentes. Pero sobre todo, hay un error importante en la trama fantástica, en lo que se refiere a los viajes en el tiempo.

Si no habéis visto la película, no sigáis leyendo, ¿eh? Vamos a repasar brevemente, por encima, lo que ocurre en la película. Héctor se levanta porque ve unos hechos misteriosos. Participa en esos hechos. Huye de la "momia rosa". Viaja atrás en el tiempo. Le dicen que todo debe permanecer como él lo vivió. Se ve a sí mismo sentado y decide provocar los hechos misteriosos para que su "reflejo" del pasado se levante y todo vuelva a pasar. Efectivamente, todo se repite y el otro Héctor también viaja en el tiempo. Se ha repetido todo. Pero hay un problema. Lo que ocurre no es posible, ya que se necesita una primera "momia rosa". Todo lo que hace Héctor en la película es porque se ha visto a sí mismo, pero, ¿qué ocurre con el primer Héctor? ¿A quién vio para levantarse y viajar en el tiempo por primera vez? Para que la cadena de acontecimientos se repitan de forma indefinida, es necesario un primer viaje, ¿quién lo hace y porqué? Falla la trama porque falta un individuo original que provocara que Héctor actuase.

El escaso reparto lo forman Karra Elejalde, Bárbara Goneaga, Candela Fernández y el propio Nacho Vigalondo. Elejalde interpreta a Héctor, el protagonista, y su trabajo deja un poco que desear, pero va mejorando mucho conforme avanza la película. Al principio no resulta nada creíble, le persigue un tío que parece que quiere asesinarle y no lo parece en ningún momento, Elejalde no consigue transmitir lo que el personaje debería sentir. Después está mejor, y en la parte final de la película lo borda. Los secundarios, Goenaga, Fernández y Vigalondo cumplen perfectamente con sus roles, sobre todo el último, el cineasta, que está muy natural en todo momento, ya sean escenas de tensión o más bien cómicas.

Diferente, efectiva, 'Los Cronocrímenes' consigue entretener al espectador de forma muy ingeniosa. Es el esperanzador comienzo de la carrera de Nacho Vigalondo como director de cine. Hay que seguir a este hombre, a ver con qué nos sorprende en el futuro.

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