Críticas a la carta | 'Cobra' de George Pan Cosmatos

Críticas a la carta | 'Cobra' de George Pan Cosmatos
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8 de agosto de 1986. Servidor cumple 16 años y para celebrarlo se va al cine a ver el estreno más esperado de la temporada: ‘Cobra’ (id, 1986, George Pan Cosmatos) en el viejo cine Kursal de Lugo, que ya no existe. Faltaban unos meses para que empezara a interesarme por otro tipo de cine, en realidad todo tipo de cine, pero hasta ese momento lo único que quería ver eran películas de acción. Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris y hasta Michael Dudikoff eran mis héroes particulares, y los años 80 se llenaron de films protagonizados por estos singulares armarios a los que yo llamaba actores. Bien es cierto que mis conocimientos de cine por aquel entonces eran más bien escasos, sólo me interesaban un tipo de films, y ‘Cobra’ entraba de lleno en mis inquietudes cinéfilas.

Salí del cine completamente flipado con lo que acababa de ver. Un thriller policíaco de acción que me daba lo que yo buscaba: tiros, palabrotas, hostias a doquier, sangre, disparos, chulería, alguna cachonda y acción a raudales, aunque estuviera mal filmada. La influencia que la película tuvo en mí fue durante cierto tiempo, muy poderosa —hasta llegué a realizar un cómic sobre ella— y con el valor que da la ignorancia era capaz de sostener ante quien fuera que ‘Cobra’ era una gran película. Yo así lo creía y qué coño, era feliz, ¿para qué lo voy a negar?

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Agosto del 2010. El mundo ha sido invadido por una cosa llamada Internet que está de moda. Los lectores de Blogdecine —un espacio dedicado al mundo del cine desde la particular visión de sus cinco editores, tan distintos entre ellos como un calamar de un zapato— aprovechando el estreno de ‘Los mercenarios’ (‘The Expendables’, 2010, Sylvester Stallone) piden a diestro y siniestro la crítica de la película ‘Cobra’ porque los muy malditos saben que esa semana le toca hacerla al que esto suscribe. El destino hace que en el mismo mes del año vuelva a encontrarme con una película que me gustó mucho en el momento de su estreno, pero que con el paso de los años iba perdiendo valor en la memoria. Siempre he considerado los segundos y terceros visionados muy importantes —si cabe más que el primero—, la reevaluación sobre determinadas obras es necesaria, y aunque jamás pensaba que lo haría con el film dirigido por Cosmatos, me puse a ello con la sana intención de pasar un rato entretenido, para más tarde satisfacer a nuestros ávidos e inquietos lectores.

‘Cobra’ es la adaptación de la novela ‘Fair Game’ de Paula Gosling, obra que conoció otra versión a mediados de los 90 protagonizada por William Baldwin y Cindy Crawford, ‘Caza legal’ (‘Fair Game’, 1995, Andrew Sipes), film que espero no entrar a valorar jamás, ni siquiera en esta sección. Pero el guionista no es otro que el propio Sylvester Stallone, a quien no se le ocurre otra cosa que plagiar de arriba a abajo la estructura narrativa de ‘Harry el sucio’ (‘Dirty Harry’, 1971, Don Siegel), no obstante una de las películas más influyentes de los últimos 40 años. Muchos han sido los thrillers que han intentado imitar el trabajo de Siegel, y precisamente los mismos que han fracasado en el intento de hacerle algo de sombra.

En el caso de ‘Cobra’ se trata de un film de la Warner, la misma productora que ‘Harry el sucio’, y que para sorpresa de unos cuantos utiliza a dos de los actores más importantes del mencionado film. Por un lado tenemos a Reni Santoni que da vida al amigo/compañero de Cobra llamado Gonzales. En el film de Siegel era el compañero de Callahan y se llamaba González. Andrew Robinson da vida aquí a uno de los superiores de Cobra, el típico jefe que tofo le parece mal, sobre todo si viene firmado por el protagonista. En el film de Siegel da vida a Scorpio, uno de los pychokillers más retorcidos y enfermos de la entera historia del cine. Las interpretaciones de ambos en el presente film dejan bastante que desear teniendo en cuenta de lo que son capaces los dos actores. A su lado Brian Thompson, como el psicópata cuyo cuchillo es lo más enfocado, y Brigitte Nielsen, por aquel entonces pareja de Stallone en la vida real, no ayudan demasiado. Uno por exagerado y la otra porque da la sensación de andar perdida.

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Sylvester Stallone es por supuesto la estrella de la función, desde su chulesca entrada en escena al inicio de la película —escena que nos sirve para ver cómo trabaja Cobra— en la que debe vérselas con un delincuente de poca monta que le ha dado por matar gente en un supermercado, y en la que suelta alguna lindeza del estilo de “Eres una enfermedad y yo soy la cura”, justo antes de abatir a balazos al malo de turno. El resto de la película es más o menos en la misma onda, un Stallone imperturbable y una galería de diálogos a cada cual más ridículo. Una ideología barata, proveniente sin duda de la era Ronald Reagan —actor casi siempre mediocre y ferviente admirador de Stallone gracias a ‘Rambo’ (‘Rambo: First Blood part II’, 1985, George Pan Cosmatos)— al que puede verse en una fotografía, no por casualidad, en determinado momento; y una puesta en escena que evidencia las limitaciones de Pan Cosmatos, director no precisamente bien dotado para el cine.

Pan Cosmatos, que no encontraría la inspiración hasta siete años después con la maja ‘Tombstone’ (id, 1993), dirige con la misma falta de personalidad que ya dejó entrever en su anterior colaboración con Stallone, incluso peor que cuando dirigía superproducciones bélicas en los 70, llenas de grandes estrellas, tal es el caso de ‘El puente de Cassandra’ (‘The Cassandra Crossing’, 1976) o ‘Evasión en Atenea’ (‘Escape to Athena’, 1979). Mucho filtro fotográfico y mucha estética videoclipera ochentera, lo que por aquel entonces se llevaba en este tipo de películas, y que a día de hoy resulta ridículo. Como ridícula es toda la historia, en la que un grupo de asesinos que pretenden cambiar el mundo matando gente, montan todo un dispositivo para matar a una mujer que le ha visto la cara a uno de ellos. Delirante. Si se ve desde esa perspectiva uno puede hasta echarse unas cuantas risas viendo ‘Cobra’.

Por favor, atinad mejor en vuestra próxima petición de críticas a la carta. Como siempre, en los comentarios.

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