Ciencia-ficción: 'Spaceways' de Terence Fisher

Ciencia-ficción: 'Spaceways' de Terence Fisher

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Ciencia-ficción: 'Spaceways' de Terence Fisher

Terence Fisher se hizo famoso a raíz del estreno de ‘La maldición de Frankenstein’ (‘The Curse of Frankenstein’, 1957), con la que abría un nuevo y muy explotado camino en el seno de la mítica productora Hammer, precursora del cine de horror moderno. Pero antes de empezar esa nueva fase, con la adaptación de los horrores clásicos de la Universal, entre otros muchos interesantes films, sobre todo de corte fantástico, el director británico tenía tras de sí una filmografía de más de veinte títulos entre los que se encuentra ‘Spaceways’ (id 1953).

La película supone una de las muestras en las que el género era enfrentado por el cine británico echando mano de cierto tono documental en sus imágenes, mientras la historia adquiere maneras del Film Noir, y puede apreciarse la gran mano de un cineasta que terminaría influyendo de forma poderosa en otros, caso de Tim Burton o, sobre todo, Guillermo del Toro. Un extraño y simpático film que rehúye inocentemente el estar enmarcado en una de esas dichosas etiquetas dictatoriales que invitan a la no reflexión. Sin duda, una de sus grandes bazas.

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El film parte de la obra escrita por Charles Eric Maine convertida en serial radiofónico en 1942 para la BBC, y que obligó a hacer muchos recortes en el film para que éste se quedara en la habitual hora y cuarto, duración estándar de este tipo de películas en aquellos años. La premisa parte de una base espacial ultrasecreta en la que se realizan experimentos para poner al hombre en órbita, siendo el Dr. Stephen Mitchell (Howard Duff) el jefe de dicha investigación, a quien ayuda la muy servicial Lisa Frank (Eva Bartok).

Una pareja que se entiende a la perfección, mucho más que Mitchell con su propia esposa, a la que da vida Cecile Chevreau, la femme fatale, por así decirlo del relato que propone una idea atractiva. Vanessa, la mujer de Mitchell, le es in infiel con otro hombre que en realidad es un espía que quiere robar todo lo concerniente al experimento. Al mismo tiempo que la infidelidad tiene lugar, algo que no parece preocupar lo más mínimo a Mitchell, una primera prueba del experimento, poner un cohete en órbita, fracasa, y la pareja adúltera desaparece sin dejar rastro.

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Ciencia y crimen

El detective encargado del caso tiene la loca, y muy inteligente, teoría de que Mitchell, enterado de la infidelidad de su esposa, los ha asesinado a ambos escondiendo los cuerpos en el cohete. Una pirueta argumental que tendrá su aclaración en el tramo final en el que la ciencia versa por encima de la culpabilidad o inocencia de un crimen. Y aunque la cinta posea un desenlace algo forzado, que ablanda la dureza expuesta en sus minutos finales, hasta ese instante se trata de una película altamente disfrutable en la que poder apreciar la mano de Fisher para la puesta en escena y narrarlo todo con meros planos.

Así pues, en la fiesta del inicio Fisher encierra en el plano a Vanessa entre tanto hombre de ciencia, con ello le basta para expresar que ella no pertenece a dicho mundo, el cual además odia. Como también odia a la compañera de su esposo, y al director le basta un sencillo plano/contraplano de ambas para definir una muy real, y convincente, rivalidad femenina. De este modo ‘Spaceways’ es además una historia de amor a cuatro bandas, en las que el conflicto, una infidelidad y un posible asesinato, hace estallar la tensión existente en un ambiente que poco a poco va haciéndose hostil.

‘Spaceways’ tiene algo de didáctica, por explicar, a veces con sumo detalle los pormenores de un lanzamiento o los experimentos para el mismo, rozando simplemente la ciencia-ficción con algunos elementos del todo creíbles, y más en una época en la que el género no tenía límites en cuanto a imaginación. También resulta muy interesante, y entretenida, la investigación llevada a cabo por un personaje llamado Smith, extremadamente perspicaz e inteligente, en el cuerpo de Alan Wheatley, en lo que es un clarísimo precedente de los roles de Peter Cushing años más tarde en manos del mismo director.

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