'Atrapa el Fuego' no atrapa al espectador

'Atrapa el Fuego' no atrapa al espectador
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Desde hace unos años, parece que el director Phillip Noyce no es el mismo de siempre, lo cual visto desde cierto punto de vista, es bueno para el espectador. Ya no le interesa demasiado dirigir verdaderos engendros como 'Sliver' o 'El Santo', aunque entre ambas realizara la entretenida 'Peligro Inminente'. Desde la maja 'El Americano Impasible', aún hoy su mejor película, Noyce se esfuerza por cambiar el tema de sus flms, incluso se ha vuelto más comprometido socialmente hablando. Ahí tenemos 'Rabbit-Proff Fence', de cuyo título en español no quiero acordarme, en la que se adentraba en cierto polémico hecho acaecido en Australia a principios de los años 30. Y ahora nos llega 'Atrapa el Fuego', con la que pretende meterse de lleno, o de pasada, en el tema del apartheid.

Pero un cambio de tema, o sea, films de acción por films más dramáticos y con más contenido social, no implica que el señor Noyce haya mejorado en sus virtudes como director. De hecho, 'Atrapa el Fuego' adolece de todos los defectos que este señor tiene cuando se trata de dirigir una película. Es más, diría que estamos ante uno de sus peores trabajos, con el que además consigue que ciertos elementos, que a priori podríamos considerar interesantes, queden a un muy bajo nivel.

La historia, basada en hechos reales acaecidos a principios de los 80 en Sudáfrica, versa sobre cómo el encargado de una refinería, Patrick Chamusso, que vive feliz con su familia, alejado de toda vida política y de todo lo que tenga que ver con el apartheid, es detenido por un coronel del departamente de Segurida, por ser el principal sospechoso de un sabotaje a la mencionada refinería. Chamusso verá cómo también detienen a su mujer a la cual torturan y humillan para que Chamusso confiese. Al cabo de un tiempo, ambos son puestos en libertad sin cargos. Pero para Chamusso la vergünza ha sido muy grande, y ahora tiene unas ideas totalmente distintas.

A pesar de que sobre el papel, la historia es bastante cruda, la película no llega al final de sus propuestas en ningún momento. El guión está estiradísimo, parece que no avanza y termina mostrándose demasiado blando, en lo que debería de haber sido una película mucho más dura, haberse mojado más. La puesta en escena de Noyce es de telefilm, sin la más mínima personalidad, aunque debo reconocerle que este tío suele estar inspirado cuando realiza tomas aéreas, todas muy bien insertadas en la trama. Evidentemente, esto no llega para hacer una buena película. Y es que la historia flojea por todos lados, a lo que hay que sumar que su arranque se hace eterno, para cambiar de tercio en su segunda mitad, y hacerse de nuevo eterna. Dicho de otra manera, es un soberano aburrimiento. Y si el espectador se siente aburrido, jamás se dejará seducir por una historia, sea cual sea.

Otro de sus puntos flojos es, a mi juicio, las justitas interpretaciones de su pareja protagonista. Por un lado, el a veces sensacional Tim Robbins está poco inexpresivo, se hace un pelín cargante y por momentos da la sensación de que no está concentrado en su papel, pareciendo estar fuera de la película. Además, su personaje tiene mucho baches de descripción, como todo lo relacionado con su familia. A su lado, Derek Luke, actor de color que se pasa primero con cara de bueno todo el rato, y luego con cara de cabreado, sin transmitir ni la más mínima emoción en ninguno de los dos casos. Su personaje, con el que tendríamos que sentirnos identificados, o empatizar con él, nos resulta distante, y nos importa bien poco lo que le pase.

Una película muy floja que no llega a explotar nada del material que tiene entre manos. No nos sirve como film de entretenimiento, tampoco como film de denuncia, y ni siquiera podemos disfrutar de unas buenas interpretaciones. Sólo podemos aburrirnos, y esperar a que la próxima película que se vea nos devuelva la ilusión que otras nos dejaron. En Blogdecine:

Comentarios cerrados
Inicio