'Anarchy: La noche de las bestias', más grande, más larga y sin cortes

'Anarchy: La noche de las bestias', más grande, más larga y sin cortes

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'Anarchy: La noche de las bestias', más grande, más larga y sin cortes

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Hace poco más de un año llegaba a España 'The Purge: La noche de las bestias' (James DeMonaco, 2013) con el aliciente de haber sido el último gran éxito del cine de terror en Estados Unidos y de tener un punto de partida muy atractivo. El resultado final estuvo lejos de hacer honor a las expectativas y mi compañero Juan Luis hasta la consideró una de las peores películas de 2013. Por mi parte, la decepción fue evidente, pero sigo pensando que es una cinta aceptable pese a sus notables errores.

Avanzamos ya hasta la actualidad, pues este viernes llega a nuestros cines 'Anarchy: La noche de las bestias' ('The Purge: Anarchy', James DeMonaco, 2014) con la promesa de ampliar el universo de la saga para así poder volver a convencer a aquellos que acabaron desencantados con la primera parte. Os mentiría si dijese que la mejora ha sido espectacular, pero sí que estamos ante una de esas raras secuelas que superan a la entrega inicial de una saga.

'Anarchy: La noche de las bestias', ampliando los juegos del odio

Los juegos del odio de La Purga

Dos eran los principales problemas de 'The Purge: La noche de las bestias'. El primero que usaba su magnífico punto de partida como poco más que una excusa para reiterar en el cine home invasion y el segundo es que, pese a su corta duración, se quedaba atascada en muchas ocasiones, tanto en lo referido al avance de la trama como en el desarrollo de los personajes -Ethan Hawke ayudaba a que esto último no fuese tan molesto-. De lo primero ya podéis ir olvidándoos en 'Anarchy: La noche de las bestias', pues la práctica totalidad de la película transcurre en el exterior durante la celebración de la sexta purga anual.

Esa ampliación se traslada también a los personajes, pues básicamente hay tres grupos diferentes que ayudan a que la acción no se estanque durante el primer acto. Una joven pareja en crisis cuyo coche ha sido saboteado para poder atacarles durante la purga, una madre y su hija que se ven obligadas a salir al exterior cuando su edificio es atacado y un hombre solitario en busca de venganza. Ninguno de ellos es especialmente interesante de forma aislada, pero su presencia compensa al ir alternándose y dándonos pequeños nuevos detalles sobre el universo de la saga.

La violencia también cobra importancia y presencia, algo que James DeMonaco se puede permitir por el éxito de la primera entrega y por el presupuesto que ha tenido a su disposición -9 millones de dólares, recuperados de sobra solamente con lo recaudado durante su primer fin de semana en los cines de Estados Unidos-, aún bastante contenido, pero que triplica el que tuvo para 'The Purge: La noche de las bestias'. Tiroteos, violencia física y ningún miedo a la hora de mostrar la sangre, pero sin cebarse en ello de forma innecesaria.

Profundidad superficial

Escena de

Ya he comentado que 'Anarchy: La noche de las bestias' enmienda la plana a su predecesora en lo referente a darnos más detalles sobre cómo funciona la purga. Sin embargo, más no equivale necesariamente a mejor, ya que para profundizar en algo no basta con darnos varios detalles superficiales en los que la novedad respecto a lo que uno podría esperar ese mínima: Los ricos son muy malos y se aprovechan de su posición, mientras que un grupo de rebeldes no está dispuesto a que los responsables de esta matanza anual sigan saliéndose con la suya.

Todo en 'Anarchy: La noche de las bestias' gira alrededor de esa idea, ya presente de forma más tímida en la primera entrega, y la estructura en realidad no difiere tanto de la utilizada en 'The Purge: La noche de las bestias': Llega la noche, hay personajes acosados intentando defenderse, pero el gran enfrentamiento final es inevitable. No esperaba grandes cambios por ahí, por lo que era en los detalles donde estaba la clave y ahí queda un sabor agridulce, pues sí conocemos más de la mitología del universo creado por James DeMonaco, pero parece que no quiere ir más allá de lo evidente.

Los protagonistas de

También he señalado ya que los personajes no son nada del otro mundo y solamente Frank Grillo, visto hace poco en la excelente 'Capitán América: El soldado de invierno' ('Captain America: The Winter Soldier', Anthony y Joe Russo, 2014), da algo de entidad al hombre en busca de venganza. No obstante, esperaba una mayor visceralidad en sus reacciones a medida que las cosas se complican y ahí también se queda la cosa en la superficie. El DeMonaco director es el único que no tiene problemas en este punto, pero hace falta algo en lo que apoyarse para que esto se desarrolle de forma plenamente satisfactoria.

Lo peor de todo es que estoy convencido de que volveré a picar en una más que probable tercera entrega, ya que los detalles interesantes han ido a más y James DeMonaco tiene a su disposición un universo que podría dar muchísimo de sí a poco que realmente quiera profundizar en él. En 'Anarchy: La noche de las bestias' ya ha dado un paso adelante, pero no sé si es que ha dudado en avanzar del todo o que ha querido reservarse cosas, que no es tan fácil crear una saga de éxito.

En definitiva, 'Anarchy: La noche de las bestias' es más larga, más grande y sin cortes, pero también es una película mucho más superficial de lo que se cree y eso acaba impidiendo que sea más que un entretenimiento aceptable con muy buenas ideas para ser algo más que no terminan de concretarse. Eso sí, no se ha limitado a ir a lo fácil y repetir lo hecho en la primera entrega e imagino que lo mismo pasará en futuras secuelas. Algo es algo.

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